Fluir

Despierta ya, nena.
Fue solo un sueño.
Un sueño de amar
o de miedo.
Un sueño de los intensos.
Deberías entender
que faltan muchas cosas
por entender.
Pero es tanto
y es tanto vivir.
Es tanto el cansancio
y la paz y el no entender las cosas.
Y el llorar y el bailar.
Hoy bailaste, nena, otra vez.
Esos pies y esas piernas
que danzan y se entregan
al sentir.
A esa libertad,
que son todas las libertades.
Son un conjunto de mares
y sombras que se conocen.
Y otra vez entendiste.
Y soñás y te despertás
y danzás, y amás.

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